¿Os imagináis un mundo en el que las plantas se comuniquen entre ellas? Es más, ¿alguna vez has pensado que los seres vivos estuviesen conectados entre ellos como en la película Avatar (2009)? ¡Ay la imaginación! ¡Qué bonita es! Pero es cierto, efectivamente ocurre, las plantas, a las que la gente considera poco más que un objeto de decoración, se encuentran en una comunicación constante, recibiendo y devolviendo información del medio que les rodea. Esto ocurre por la liberación de metabolitos secundarios volátiles.
¿Qué son los metabolitos secundarios volátiles?
Son compuestos de bajo peso molecular y de naturaleza muy diferente. En plantas se ordenan según su función: protección, atracción y defensa. Como las plantas no tienen una red neuronal que les permita mandar un señal rápida de una parte a otra de su «cuerpo», lo que hacen es liberar estos compuestos al aire para que lleguen a otras regiones de la planta y así estar preparada ante ataques de herbívoros, entre otros.
Pero las plantas no sólo tienen comunicación aérea, a partir del Wood Wide Web puede comunicarse, usando los microorganismos del suelo como si fuera fibra óptica, pero de eso ya hablaremos en otro momento.
¿Podemos engañar a las plantas?
Desde el momento que hay un código de comunicación, existe la susceptibilidad de piratearlo. De este modo, poder decirle a una planta que se acerca una sequía o que hay una plaga a la que tienen que estar preparadas.
Esto es lo que descubrió el equipo de Peng-Jun Zhang en la Universidad de Jiliang, China. Vieron que la mosca blanca Bemisia tabaci era capaz de guiar la producción de metabolitos secundarios de las plantas de tomate. De este modo, B. tabaci consigue que la planta de tomate no genere defensas frente ataques de insectos, sino contra ataques de bacterias, y esto es lo que se comunica a las plantas cercanas.
Para los fisiólogos de la sala, la mosca blanca consigue regular negativamente la producción de las defensas basadas en la ruta del ácido jasmónico y por consecuencia las ninfas de B. tabaci prosperarían al no haber defensas específicas.
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