Desde que en 1973 Karl von Frisch ganara el premio Nobel al descifrar el motivo del baile de las abejas, han sido muchos las investigaciones que se han realizado respecto a estos pequeños artrópodos. Este twerkin’ apícola sirve para reportar la posición exacta de las fuentes de alimento a la colmena. Sin embargo, una vez recolectado el alimento surge una duda: ¿Cómo se digiere el polen?

La respuesta a esa pregunta es la que se hicieron Lucie Kešnerová y Ruben A. T. Mars. Como bien se sabe, el polen es una de las estructuras más estables y difíciles de romper de la biología. Estos investigadores vieron que, al igual que en mamíferos, existe una microbiota altamente especializada en el interior del tracto intestinal.
¿Qué bacterias forman la flora intestinal del las abejas?
- Proteobacterias que se encuentran, principalmente, en el íleo: Gilliamella apicola, Snodgrassella alvi, Frischella perrara y Bartonella apis.
- Firmicutes de manera predominante, se encuentra en el recto: Lactobacillus spp. Firm-4 y Firm-5.
- Actinobacterium (B. asteroides) que se alojan dónde las firmicutes.

B: proceso de digestion del polen en el intestino.
El polen pasa por una primera fase de digestión en el intestino medio, de esta manera se puede absorber rápido los azúcares y aminoácidos que son más sencillos de asimilar. En una segunda fase, en el íleo y el recto, donde hay una mayor concentración de bacterias se produce la digestión de las duras paredes del polen liberando flavonoides, fenilamidas y ácido hidroxi-ω. Las bacterias acabarán por fermentar estos compuestos pudiendo, así, crear nuevos nutrientes absorbibles por la abeja.
¿Es importante este estudio para las abejas?
Con el estudio de Kešnerová et al. se demuestra que, al igual que en termitas o mamíferos, las abejas consumen alimentos indigeribles por ellas sin la presencia de una microbiota intestinal, por lo que su nutrición se vuelve dependiente de esta simbiosis con las bacterias intestinales. Y por culpa de esto último, se cree que una de las posibles razones del decaimiento de las poblaciones de abejas sea por el decaimiento de su microbiota interna.
Para seguir leyendo:
- Kešnerová, L., Mars, R. A., Ellegaard, K. M., Troilo, M., Sauer, U., & Engel, P. (2017). Disentangling metabolic functions of bacteria in the honey bee gut. PLoS biology, 15(12).
- Von Frisch, K. (1974). Decoding the language of the bee. Science, 185(4152), 663-668.
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